CUANDO A SU HIJO(A) LE RECETAN UN OPIOIDE: DESARROLLO DE BUENOS HÁBITOS PARA EL MANEJO DEL DOLOR
El uso de opioides sigue siendo una gran preocupación, especialmente para los jóvenes y adultos jóvenes. El
uso de opioides, incluido el uso de opioides recetados,
conlleva un riesgo muy alto de adicción, lesiones
e incluso la muerte.
En 2018, el uso indebido de opioides provocó que 2,500 estudiantes de 12º grado del estado de Washington probaran heroína al menos una vez y 3,500 informaron que usaban analgésicos para drogarse. Según NIDA, la mayoría de los abusadores de heroína y opioides comenzaron con opioides recetados.
Es fundamental desarrollar buenos hábitos en torno a los medicamentos recetados. A los jóvenes a menudo se les recetan opioides por primera vez después de una cirugía de muelas del juicio o después de una lesión deportiva como una fractura, una rotura o un esguince grave. A otros se les pueden recetar opioides para ayudar a controlar el dolor crónico debido a la anemia de células falciformes, el tratamiento del cáncer u otro dolor pediátrico.
Un estudio reciente de la Academia Estadounidense de Pediatría descubrió que alrededor del 15% de las visitas de emergencia de adolescentes resultaron en una prescripción de opioides; estos fueron las más altas para adolescentes y jóvenes con afecciones dentales (casi 60%), seguidos de fracturas de clavícula (47%) y tobillo (38%).
Estas tasas de prescripción son especialmente preocupantes porque los adolescentes y los adultos jóvenes tienen un mayor riesgo de abusar de los opioides después de recibir una prescripción de un médico, especialmente después de un uso prolongado.
¿Por qué? El cerebro adolescente, particularmente el lóbulo frontal, aún se está desarrollando. Este es el centro del cerebro que ayuda con la toma de decisiones, la evaluación de riesgos, la organización, el juicio y la empatía. Debido a que esta parte del cerebro no está completamente desarrollada, los adolescentes son especialmente vulnerables a la adicción.
Al mismo tiempo, el cerebro es más activo en la infancia y la adolescencia de lo que será más adelante en la vida. Esto representa una oportunidad especial para que los niños aprendan hábitos saludables, comportamiento y lecciones importantes que llevarán el resto de sus vidas, incluida la forma de usar con precaución y manejar con seguridad los analgésicos.
CÓMO SABER SI LOS MEDICAMENTOS DE SU HIJO(A) SON OPIOIDES:
En comparación con los analgésicos de venta libre, como Tylenol o Advil, los analgésicos opioides son medicamentos potentes, muy similares a la heroína en su composición química y que, por su propia naturaleza, crean hábito. Los siguientes medicamentos se consideran opioides:
• Hidrocodona (Zohydro)
• Hidrocodona + Acetaminofeno (Vicodin)
• Oxicodona (Oxycontin, Roxicodona)
• Oxicodona + Acetaminofeno (Percocet)
• Codeína, Morfina, Fentanilo
• Tylenol con codeína
Tenga en cuenta que algunos analgésicos no opioides (por ejemplo, la gabapentina) también pueden provocar un uso indebido.
SURCAR EXITOSAMENTE EL MANEJO DEL DOLOR
Si a su hijo(a) adolescente o joven se le recetan analgésicos opioides, elabora un plan para ayudar a su hijo(a) a tratar el dolor de manera segura mientras previene el uso indebido y la dependencia. Algunas ideas a tener en cuenta:
Comience con una conversación, y siga. Cuando su hijo(a) esté manejando el dolor con un opioide, la comunicación es clave. Es importante establecer confianza y construir una relación sólida para conectarse en la prevención de drogas.
• Hable con su hijo(a) sobre los riesgos reales del uso indebido.
• Sea claro que el medicamento no se debe compartir con otros.
• Pregunte sobre el nivel de dolor. El dolor debe disminuir con el tiempo: manténgase alerta ante signos de que su hijo(a) está desarrollando una dependencia.
Regule los medicamentos de su hijo(a), solicite resurtidos parciales. Para evitar el riesgo de prescripción excesiva, considere pedirle a su farmacéutico menos pastillas al principio. Puede evitar que su hijo(a) tome medicamentos por más tiempo del necesario o que comparta pastillas sobrantes.
• Antes de surtir la receta de su hijo(a), entienda cuántas píldoras se recetan y durante cuánto tiempo.
• Hable con su médico sobre la duración mínima de tiempo que su hijo(a) necesitaría para tomar el medicamento.
• Considere el nivel de dolor de su hijo(a) y verifique si hay signos de dependencia antes de volver a surtirlo.
Almacene, dispense y deseche los medicamentos opioides de forma segura. El 75% del mal uso de los opioides comienza con personas que ingieren medicamentos que no les han sido recetados. Comprométase a administrar de manera segura cualquier medicamento opioide para evitar el acceso y el daño a familiares y amigos.
• Guarde sus medicamentos en una bolsa de almacenamiento segura o caja fuerte.
• Supervise a su hijo(a) al tomar el medicamento y cuente las píldoras en el frasco para asegurarse de que se estén tomando
según lo prescrito.
• Almacene los opioides donde la familia o los visitantes no puedan acceder a ellos.
• Deseche los medicamentos que no usó en un Sitio de devolución.
Considere alternativas para el manejo del dolor. Es posible que su hijo(a) no necesite opioides y que otro medicamento
o tratamiento pueda ayudar a aliviar el dolor de la misma manera.
• Hable con su proveedor sobre un analgésico de venta libre (paracetamol, por ejemplo, Tylenol) o un medicamento
antiinflamatorio no esteroideo (AINE).
• Para el dolor crónico, explore tratamientos alternativos como fisioterapia, acupuntura, atención quiropráctica,
biorretroalimentación o masaje como parte del tratamiento del dolor a largo plazo.
Sea cauteloso y haga preguntas. Su proveedor de atención médica, médico o farmacéutico está allí para ayudarlo.
Aquí hay algunas preguntas que puede hacer si a su hijo(a) le recetan un opioide.
• ¿Es necesario un opioide recetado para tratar el dolor de mi hijo(a)?
• ¿Cuántas píldoras se recetan y durante cuánto tiempo? ¿Es necesario recetar esta cantidad de pastillas?
• ¿Debería examinarse a mi hijo(a) para determinar el riesgo de trastorno por uso de sustancias (substance use disorder, SUD)
antes de recetar este medicamento?
• ¿Cómo sabré cuándo mi hijo(a) ya no necesite tomar más medicamentos?
• ¿Cuáles son los riesgos de mal uso del medicamento específico que se le receta a mi hijo(a)?
• ¿Cuáles son los signos de mal uso o dependencia que debo vigilar?
• ¿Dónde puedo deshacerme de los medicamentos cuando ya no los necesite?
Los medicamentos tienen el poder de mejorar nuestras vidas y aliviar el dolor. Cuando se usa con cuidado, pueden ayudar a prevenir el uso indebido de opioides. Recuerde, las conversaciones que tiene hoy y las habilidades de manejo de medicamentos que le enseña a su hijo(a) permanecerán con ellos.
FUENTES
https://www.hhs.gov/ash/oah/adolescent-development/substance-use/drugs/opioids/index.html
https://journals.plos.org/plosmedicine/article?id=10.1371/journal.pmed.1002922
https://www.aappublications.org/news/2018/07/16/opioids071618
https://drugfree.org/parent-blog/parents-know-opioids-pain-relievers-prescribed-child/
https://pediatrics.aappublications.org/content/138/1/e20161210
www.Youth.gov; The Power of the Adolescent Brain; https://youtu.be/4S2qgEFEdKU
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